
Pudimos disfrutar durante casi una hora de su presencia, participando en un taller de creación de décimas y admirando la facilidad que estos verseadores, venidos de Puerto Rico y Cuba, tienen para improvisar a partir de palabras y oraciones que les dábamos, unas estupendas estrofas. Pie forzado, nos dijeron que se llamaba. A partir de divertidas dinámicas pudimos aprender cosas como la métrica y rima de una décima.
Una hora que se nos hizo muy corta, pues nos quedamos con ganas de mucho más.
Agradecemos su visita y esperamos que vuelvan a estar con nosotros la próxima edición.
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