Los más pequeños del cole ya sabían lo que iba a pasar. ¡Hoy toca huerto!, se oía en la asamblea. Y así fue. Comenzaron la jornada visitando el huerto, para a través de él, trabajar el sentido del tacto.
Manipularon diferentes texturas: arena, piedras, picón, tierra y agua. Y como en el circo, "más difícil todavía", adivinaron lo que tocaban con los ojos tapados.
Todo esto les sirvió para conocer el tipo de suelo ideal para plantar y recordar que las plantitas para poder vivir necesitan agua y sol. Por cierto, con alegría comprobaron que los girasoles empiezan a germinar.
Llegó el turno del grupo B. Antes de cruzar la puerta de hierro, les anunciamos que el huerto se convertiría ese día en un huerto MULTISENSORIAL. Tremenda palabrita, pero con un poco de ayuda averiguaron lo que significa. Y con gran curiosidad pasaron y descubrieron los tres espacios preparados para trabajar los sentidos de la vista, el olfato y el tacto. Observaron, dibujaron, olieron, tocaron y plasmaron lo aprendido por escrito. Trabajaron además los nutrientes necesarios para que crezcan las plantas, así como el uso de las aromáticas en la vida diaria. En definitiva, una clase de Ciencias Naturales más que completita.
Por último llegaron los mayores del colegio, emocionados porque al fin podían ellos también saborear las mieles del huerto. A ellos les tocó el sentido de la vista, y a través de la observación, trabajaron una destreza de pensamiento comparando dos tipos de plantas elegidas por ellos mismos.
El próximo viernes más y mejor, que quedan aún por trabajar algunos sentidos en este pequeño huerto consentido.
Un saludo.
!Qué bien lo pasan los niños y niñas en el huerto! Disfrutan de lo lindo cada vez que van. Y ya están esperando a que llegue el viernes para poder disfrutarlo.
ResponderEliminarMuchas gracias al Centro por hacer posible esta novedosa y divertida forma de aprender.